La Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) trabaja en la Vinculación con la Sociedad, poniendo mayor énfasis en los proyectos de inclusión social, como el denominado “Intervención psicológica para bienestar emocional de grupos vulnerables”, dirigido a cerca de 200 personas adultas mayores, ejecutado por 40 estudiantes de quinto y sexto nivel de la carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social.
El primero de los seis los puntos de atención, se encuentra en el Centro Gerontológico del Buen Vivir (CGBV) que lo administra la Dirección Distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en la ciudadela Las Piñas, al sur del cantón Milagro. También en centros habilitados en este mismo sector, así como 22 de Noviembre y William Reyes (o Huancavilca) en el GAD Parroquial Santa Rosa de Chobo y en la sede de la Asociación de Jubilados del cantón Naranjito.
Respecto al CGBV hay unos 20 residentes (viven en el sitio) y un promedio de 30 visitantes diurnos (que llegan y regresan a sus casas).
Erika Ruperti, docente de la carrera de Psicología de UNEMI, es la líder de este proyecto, quien explica que el proceso consiste en trabajar en dos ejes específicos: con adultos mayores con deterioro cognitivo y aquellos que aún no lo tienen.
El primer grupo se enfoca en el Centro Gerontológico, acompañando a los residentes del lugar. “Aquí hay un grupo de estudiantes que aplican estrategias de tipo emocional a los adultos mayores, para que puedan conversar, contarse cuentos y esto ha traído algunos beneficios en función del sueño, a mejorar este estado anímico”, comentó Ruperti.
Para sus tareas, los estudiantes imparten habilidades de conducción de grupos, manejan pruebas psicométricas para tener una línea base sobre cómo se ha venido trabajando a lo largo del tiempo en cuanto a la autoestima, factores de riesgo psicosocial y motriz.
También en habilidades manuales, de coordinación piscomotora, memoria y afectividad, de tal manera que, durante el proceso, los adultos mayores puedan generar actitudes positivas entre sí y mejoren sus estados de ánimo.
Asimismo, los alumnos aplican un test a los beneficiarios, que permitirá conocer los puntos en los que se debe focalizar el trabajo en función de la memoria, estado emocional y riesgos psicosociales que los podrían estar afectando dentro de su entorno.
“Se realizan actividades recreativas, encuentros intergeneracionales, pero la esencia de nuestro trabajo es atender la parte emocional; los estudiantes aprenden mucho más de los procesos del desarrollo de la edad y cómo es importante ir atendiéndolos poco a poco para mejorar su calidad de vida”, enfatizó la líder de este proyecto de Vinculación.