En tiempos de incertidumbre, la previsibilidad es una herramienta de suma importancia para contrarrestar los efectos nocivos del COVID-19.
Si las cifras reportadas por la Secretaría Nacional de Riesgos a nivel país son alarmantes – en particular para la provincia del Guayas – en el cantón Milagro la situación no deja de ser preocupante.
En efecto, conforme con el último boletín reportado por las autoridades competentes, la cifra en el cantón alcanzó los 21 casos confirmados con COVID-19, al 22 de marzo 2020 (reporte de las 10:00 horas). Este nivel refleja un incremento del 75 % en relación con el dato previo, es decir, 9 casos adicionales desde las 12 personas que adquirieron el virus el 21 de marzo de 2020.
En este sentido, y con el afán de ilustrar a la ciudadanía (y actores de la política pública) la importancia de permanecer en casa y cumplir con el aislamiento social para contrarrestar el crecimiento exponencial que pudieran reflejar los casos del COVID-19 en Milagro, se expone esta gráfica (ver al inicio) que refleja los casos reportados desde el 18 de marzo al 22 de mazo 2020 y junto con estos, una proyección con 3 posibles escenarios.
En efecto, si se toma en cuenta el factor que capta la evolución que han tenido los casos reportados, uno encuentra que en promedio las cifras crecen a un ritmo de 1.75 veces entre el dato actual de referencia y el previamente informado.
Por lo cual, de mantenerse este factor para los 9 días que restan de marzo 2020, al 31 de este mes, la cifra de contagios con COVID -19 ascendería a casi 3.300 personas y si se toma en consideración que, de este global, por lo general el 5 % presenta síntomas respiratorios graves, tendríamos 162 contagiados que requerirán atención prioritaria con camas y equipos especializados para este cometido.
Con base en este registro, habría que preguntarse si Milagro cuenta con los equipos necesarios para lograr suplir la demanda de insumos que requerirán los pacientes críticos en un escenario pesimista (curva roja de la proyección; ver gráfica previa) y lo cierto es que conjuntamente entre el Hospital del IESS del cantón y el León Becerra hay tan solo 6 camas preparadas para atender casos de este tipo.
¿Se entiende entonces por qué debemos acatar con las disposiciones adoptadas por las autoridades seccionales y nacionales?
De mantener el ritmo de crecimiento de los casos, la demanda superaría a la oferta en 156 individuos que requerirán camas para atenderse y permanecer estables y no la encontrarán en Milagro.
No obstante, hay dos escenarios más por revisar, el medio (curva ploma) y el optimista (curva verde) los cuales contemplan una reducción del factor de crecimiento de los casos que se reporten de COVID-19 en el cantón, asumiendo que la ciudadanía acata las disposiciones, permanece en casa y aplica una correcta higiene personal y familiar.
Así, por citar un caso, en el escenario medio, la ciudad lograría posicionar un registro de contagios a finales de marzo en torno a los 1.000 casos, mientras que, si tomamos al escenario optimista, el nivel ascendería a 313 personas.
Sin embargo, aún con la reducción mostrada en ambos escenarios en comparación con el pesimista (3.233 personas) tampoco habría camas suficientes para atender a quienes lo requieran, para el escenario medio habría un déficit de camas disponibles de 48 y en el optimista de 10 pacientes.
Tomando en consideración estos antecedes, instamos a la ciudadanía a permanecer en casa, salir para lo estrictamente necesario (dotación de alimentos y medicinas) y ayudar a cumplir con los requerimientos impuestos por la autoridad competente.
De igual manera, hacemos un llamado a las autoridades seccionales para que trabajen a la par con las demás instituciones públicas del cantón, para ayudar y dotar a las personas de escasos recursos que viven del comercio informal, incluyendo a los adultos mayores para que en el aislamiento propuesto, estas personas cuenten con lo necesario para su subsistencia y no se vean tentados a salir de sus domicilios.
Hay que recordar que, en tiempos difíciles, la unión hace la fuerza y juntos podremos contrarrestar los efectos nocivos del COVID-19.
Autor: M. Sc. Ángel Maridueña.