Ya es frecuente pasar por túneles de desinfección cada vez que entramos a lugares públicos. Según la literatura revisada, no se ha encontrado evidencia de que estos procedimientos sean efectivos para lo que pretende. Por esa razón, es importante que revisemos lo que se conoce al respecto para evitar confianzas que puedan generar un mayor riesgo.
El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE) emitió una resolución donde reconoce que no hay evidencias de que la aplicación de productos químicos sobre las personas y sus vestimentas, sean una medida efectiva de desinfección dadas las características del virus.
La Organización Panamericana de la Salud recomienda la NO utilización de túneles o estructuras físicas con rociado de productos químicos o luz UV-C para la desinfección en humanos. El uso de productos químicos para el rociado, como los compuestos de amonio, cloro, peróxido de hidrógeno, alcoholes y otros compuestos como el ozono, causan daños en la salud de las personas. Estos son productos que se utilizan para superficies inanimadas y agua.
El Ministerio de Salud de Colombia publicó una guía de recomendaciones para no usar los sistemas de aspersión de productos desinfectantes sobre personas para la prevención de la transmisión del COVID-19, donde insta a reflexionar sobre la nocividad del uso de estas estaciones.
Por ahora, lavarse las manos regularmente con agua y jabón, toser en el codo y estornudar en pañuelos desechables, el distanciamiento social y la cuarentena a la primera señal de síntomas, siguen siendo las medidas básicas y más recomendables para evitar la transmisión de este virus.