Trabajo, optimismo y entrega constante es lo que define a Mayra José D’Armas Regnault, la PhD en Administración y Dirección de Empresas que el pasado 7 de febrero fue posesionada como la primera vicerrectora de Vinculación en la historia de la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI), Institución a la que pertenece desde el 2015.
Dueña de una sencillez y carisma que la acompañan desde que era una niña, Mayra, de nacionalidad venezolana, asume este importante cargo con responsabilidad y compromiso.
Mayra se describe como una orgullosa madre de dos hijas, Mayra y Claudia. Es la sexta de siete hermanos, tía de quince sobrinos y tres “sobrinietos”, como ella les dice.
La nostalgia se hace evidente al recordar lo vivido en su natal país, de donde guarda los más gratos recuerdos.
Antes de venir a Ecuador, Mayra fue docente titular a Dedicación Exclusiva de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (UNEXPO), situada en su país de origen, donde también se desempeñó como coordinadora de Postgrado del Vicerrectorado de Puerto Ordaz, en esta misma institución, donde trabajó por 21 años.
Desde muy joven, Mayra, quien se graduó de ingeniera industrial, demostró responsabilidad en cada meta propuesta, lo que le permitió escalar a pulso y con mucho esfuerzo para convertirse en una profesional exitosa.
Por ello, está convencida que la educación superior juega un papel preponderante en el desarrollo económico y social de cualquier país. “Es nuestra labor como profesionales hacer un esfuerzo para que la mayor cantidad de personas tengan acceso a una educación de calidad.”, afirma.
Su extenso currículo y formación académica podrían justificar en ella algún sentimiento de vanidad, pero Mayra no es de esas personas. No tiene poses; su autenticidad y sencillez la acompañan en todos los aspectos de su vida.
Al preguntarle cuál ha sido el logro más importante que ella considera en su vida profesional, no duda en asegurar que es el ser parte de la formación de profesionales de calidad.
“Me llena de satisfacción ver el éxito de mis estudiantes, verlos triunfar en su etapa profesional y que me recuerden como parte importante en su formación, ese es el mayor logro”, define con certeza.
Antes de asumir este nuevo reto al que decidió embarcarse para dirigir los destinos de la UNEMI en lo que corresponde a Vinculación con la comunidad, tuvo un importante paso por la Dirección de Investigación y también fue directora la revista científica institucional, a la que ayudó en su proceso de internacionalización.
Mayra se dio cuenta que dar clases era lo suyo cuando, en alguna ocasión, se le dio la oportunidad de capacitar a un grupo de trabajadores de un complejo siderúrgico, para la formación de técnicos en un Programa llamado “Reconversión Educativa”. “Esa experiencia me encantó y fue el inicio de mi incursión en la academia”, destaca la docente.
Como toda investigadora, lee y mucho. En ese abrir y cerrar de libros, destaca como preferidas las obras del famoso escritor estadounidense conocido por sus obras de autoayuda e inteligencia emocional, Wayne Dyer, que le han acompañado y ayudado a superar momentos difíciles en su vida.
El activista sudafricano Nelson Mandela es otro de los personajes a quien Mayra admira, por ser este un gran ejemplo de perseverancia y defensor de los derechos humanos. “Son dignos de admiración sus discursos para el fin del Apartheid y su involucramiento en causas sociales”, destaca Mayra.
En sus tiempos libres, disfruta de la actividad deportiva y de la compañía de su familia, en especial de Rafael y Haydé, sus amados padres con quienes vive.
Afirma que el convertirse en la primera vicerrectora de Vinculación de la UNEMI la compromete a afianzar ese acercamiento con la sociedad, vía para que surjan proyectos y acciones que contribuyan con el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades y, en consecuencia, a la formación de profesionales responsables.
Una de sus metas principales para los próximos años que se ha planteado cumplir es que la Universidad tenga un mayor impacto social, para lo cual es necesario fortalecer la relación universidad-sociedad-sector productivo-estado, asegura, así como incrementar los recursos para la ejecución de los proyectos de vinculación.
“Hay que establecer convenios con empresas e instituciones a nivel nacional e internacional para garantizar que los estudiantes realicen prácticas preprofesionales y pasantías que refuercen los conocimientos adquiridos, que contribuyan con el desarrollo de sus competencias profesionales y que se constituyan en mecanismos de inserción laboral”, explica.
Describe a Jesennia Cárdenas, Edwuin Carrasquero y Fabricio Guevara como excelentes profesionales y seres humanos. “¡Me alegra muchísimo formar parte de un equipo con tanta sinergia!”, sostuvo.