Este hito innovador marca un paso significativo hacia la seguridad y el bienestar de las más de 80.000 personas que conforman la comunidad universitaria.
La Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) ha dado un paso importante hacia la mejora de la calidad de vida de su comunidad universitaria con la reciente construcción y puesta en marcha de una planta potabilizadora de agua, marcando un avance significativo y sin precedentes en su infraestructura.
Esta obra garantiza un suministro constante de agua potable de alta calidad, destacando por su capacidad tecnológica y operativa superior, reflejando el compromiso de la UNEMI con la sostenibilidad y la innovación.
¿Cómo funciona?
La planta de tratamiento está equipada con un pozo propio perforado a una profundidad de 120 metros y una bomba sumergible ubicada a 80 metros, donde se encuentra el mejor caudal de agua. Este diseño asegura un flujo continuo y eficiente, esencial para las crecientes necesidades de la universidad.
La construcción de este pozo ha requerido la obtención de varios permisos y el cumplimiento de estrictas regulaciones, incluyendo una licencia de perforación emitida por la Secretaría del Agua (SENAGUA), estudios de impacto ambiental aprobados por el Ministerio del Ambiente, y estudios geológicos y de viabilidad técnica para asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico. Además, se han seguido normas específicas de construcción y operación, establecidas por la Autoridad Única del Agua, destacando el rigor y la dedicación invertidos en este proyecto.
El agua dentro de la planta potabilizadora cumple con diferentes procesos para asegurar su potabilidad. La planta utiliza un proceso de “floculación” mecánica lenta e hidráulica, que ayuda a agrupar las partículas sólidas presentes en el agua, facilitando su eliminación. Luego, el agua pasa por un proceso de sedimentación, donde las partículas sólidas se asientan en el fondo del tanque, permitiendo la separación del agua limpia.
El agua clarificada es filtrada a través de un sistema ascendente que incluye un retrolavado automático, asegurando la limpieza y eficiencia constante de los filtros. Finalmente, el agua pasa por un proceso de desinfección, donde se elimina cualquier microorganismo patógeno y asegurando que el agua sea segura para el consumo humano.
Para garantizar esto último, se realizan pruebas de calidad periódicas siguiendo las normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las regulaciones nacionales. Estas pruebas incluyen análisis microbiológicos, físicos y químicos, que garantizan que el agua cumpla con todos los estándares de potabilidad. Además, se utilizan equipos de monitoreo continuo que controlan la calidad del agua en tiempo real.
La planta potabilizadora de UNEMI cuenta con un tanque de almacenamiento de agua potable con una capacidad de 250 metros cúbicos, lo que representa 5,5 veces la capacidad del tanque elevado de la ciudadela universitaria, que es de 45 metros cúbicos.
Además, la planta cuenta con una estación de bombeo equipada con dos grupos de bombas. El primer grupo tiene tres bombas, cada una con una capacidad de 10 litros por segundo y una altura dinámica total (TDH) de 15 metros. Actualmente, estas bombas suministran agua potable a toda la zona norte de UNEMI y están planificadas para abastecer también la futura zona sur de la universidad a través de una línea perimetral. El segundo grupo tiene dos bombas, cada una con una capacidad de 5 litros por segundo y una TDH de 24 metros, y están diseñadas para llevar agua potable al tanque elevado en el centro de la ciudadela universitaria.
Beneficios
El funcionamiento de esta planta potabilizadora garantiza un suministro continuo de agua potable de alta calidad, reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y promueve prácticas sostenibles en la gestión del líquido vital. Además, fomenta la cultura del cuidado del agua entre la comunidad universitaria y asegura la independencia hídrica de la universidad, esencial en épocas de sequía o restricciones de suministro. Con esta innovadora obra, la Universidad Estatal de Milagro gestiona su propio suministro hídrico.
“La planta de tratamiento compacta de agua potable le da independencia a UNEMI porque no es necesario traer una red desde afuera ya que aquí se produce el agua necesaria para solventar las necesidades de quienes conforman esta Institución, lo que representa que no dependa de ningún otro ente para poder contar con el suministro”, informó William Larena Jordán, ingeniero civil que participó en la construcción de esta obra.
Este logro ha sido posible gracias a la gestión del rector de la UNEMI, Dr. Fabricio Guevara Viejó, y al esfuerzo coordinado de un equipo comprometido que ha trabajado incansablemente para hacer realidad este proyecto. Su dedicación y visión han sido fundamentales para llevar a cabo esta importante obra que beneficia a toda la comunidad universitaria, posicionando a la Institución como un referente de innovación y sostenibilidad en el ámbito educativo.
Con esta planta potabilizadora, la UNEMI gestiona sus propios recursos hídricos y contribuye con la conservación de los recursos naturales. Al reducir su dependencia de fuentes externas, la Universidad se convierte una vez más en ejemplo de progreso y compromiso con la calidad de vida y el medioambiente.