Desde el lunes, 15 de julio, la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) se convirtió en el epicentro de una gran actividad que ha motivado la llegada de cerca de cinco mil estudiantes diarios, que arriban a sus instalaciones para rendir sus exámenes finales de grado.
Este flujo constante de alumnos, de todas las edades, no llena únicamente las aulas y pasillos de la institución, puesto que también impacta positivamente en la economía local.
Comerciantes, tanto formales como informales, se han beneficiado significativamente de la afluencia de estudiantes. Restaurantes, cafeterías, taxis, buses urbanos, intercantonales e interprovinciales, bazares, papelerías y vendedores de comidas rápidas experimentaron un notable incremento en sus ingresos.
El bullicio comercial resuena en los alrededores de la UNEMI. Byron Quito, propietario de un local de batidos frente a la universidad, confirmó este auge: “La semana pasada vendimos batidos, frutas, tostadas y más, prácticamente durante todo el día”, señaló. La mayor afluencia de estudiantes se registró por la mañana, según su observación.
Un fenómeno similar ocurrió en el restaurante La Sazón de Marín, donde los almuerzos se vendieron rápidamente. “Los almuerzos fueron ‘caída y limpia’. Siempre preparamos alrededor de ciento veinte platos, y se vendieron rápido. Los desayunos también aumentaron en ventas porque los preparamos al momento”, comentó uno de sus trabajadores.
A pesar de que las evaluaciones continuarán hasta el 28 de julio, la UNEMI implementó medidas para facilitar el proceso a los estudiantes, especialmente para aquellos que viajan desde provincias lejanas. Al permitir que los alumnos programaran sus exámenes para un mismo día, la universidad logró reducir la cantidad de estudiantes en el campus desde el lunes, 22 de julio.
El comercio informal se beneficia del aumento de estudiantes
El comercio informal también experimentó un auge gracias a la presencia masiva de estudiantes en la zona. Desde empanadas y alitas hasta jugos y “maracumangos”, la variedad de productos ofrecidos por los vendedores ambulantes fue amplia.
Jonathan Javier, un joven vendedor de mangos, expresó su satisfacción: “La semana pasada estuvo buena la venta, casi el doble vendimos. Aprovechamos porque venían los estudiantes a los exámenes”. Edgar Taco, quien vende comida asada, también notó un aumento en sus ingresos: “Gracias a Dios, se vendió el doble”, aseguró.
Viviana Contreras, que prepara empanadas de harina y de verde, también reportó un incremento en las ventas, aunque reconoció que la competencia había crecido: “Como están en exámenes y hay bastantes estudiantes, aquí también se ubican más comerciantes… pero la oportunidad es para todos”, reflexionó.
Luis Minchala, con su triciclo de golosinas y bebidas, corroboró la tendencia: “Comerciantes hay bastantes. En los días de exámenes mejoran las ventas, eso ayuda mucho”.
Una vez más, la UNEMI se reafirma como un motor de desarrollo económico, social y académico en la comunidad de Milagro, demostrando su papel fundamental en el crecimiento y la dinamización de la ciudad y la región. (CG)
CIFRAS
55.000 estudiantes tienen previsto rendir sus exámenes en la universidad.
6 turnos al día se destinaron para realizar los exámenes.
5.000 estudiantes diarios llegaron a la UNEMI durante la primera semana.