La Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) se ha consolidado como una institución educativa clave en Ecuador. El 70 % de sus carreras en la actualidad son consideradas de interés público, conforme al listado emitido mediante acuerdo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) el 13 de diciembre de 2023.
El Gobierno define las carreras de interés público como aquellas fundamentales para el desarrollo social, económico y productivo del Ecuador, conforme a su pertinencia.
En consecuencia, UNEMI ha jugado un papel decisivo en la formación de profesionales capacitados para enfrentar los desafíos del país, lo que se refleja en la alta demanda de sus programas académicos.
Actualmente, la Universidad contribuye significativamente con el acceso a la educación superior, uno de los objetivos centrales del Plan Nacional de Desarrollo. Con una matrícula de 55.000 estudiantes en el nuevo período académico y la incorporación de 18.000 jóvenes al Curso de Nivelación en septiembre, UNEMI se posiciona como una de las instituciones más influyentes en el sistema educativo de tercer nivel en Ecuador.
Además de su compromiso con la formación académica, UNEMI se destaca por su activa vinculación con la comunidad y sus esfuerzos en investigación, orientados a encontrar soluciones a problemas sociales. Estos logros demuestran su capacidad para generar un impacto positivo en el entorno local y nacional.
No obstante, a pesar de estos importantes aportes, UNEMI enfrenta desafíos presupuestarios.
Durante una reunión de trabajo en la que participaron rectores de diversas universidades y representantes de la Senescyt, se discutió hace pocos días la fórmula de distribución de recursos para el 2025, es decir, la manera en la que serán repartidos los recursos para las universidades y escuelas politécnicas en el año venidero.
Esta asignación refleja disparidades significativas entre las universidades, independientemente de la cantidad de cupos que oferta en cada periodo académico, o relevancia en el sistema.
Por ejemplo, mientras algunas instituciones reciben asignaciones de hasta 144 millones de dólares, otras con un número similar de estudiantes apenas obtienen 18 millones. Esta desigualdad afecta la capacidad de las universidades para mantener altos estándares académicos y de infraestructura.
Según datos presentados por la Senescyt, una universidad con 46.000 estudiantes recibe aproximadamente 114 millones de dólares, mientras que otra, con 47.000 estudiantes, recibe apenas una fracción de esa cifra, lo que sugiere una necesidad de observaciones en el modelo actual y futuro.
Pese a aquello, la UNEMI enfrenta estos retos, reafirmando su compromiso con la educación de calidad y su misión de continuar con la formación de profesionales que contribuyan con el desarrollo del país.