En un contexto global donde el 99% de la población respira aire con niveles peligrosos de contaminantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países de ingresos medianos y bajos, como Ecuador, enfrentan los mayores riesgos.
La ciudad de Milagro no es la excepción, y conscientes de esta problemática, docentes de la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) han iniciado un estudio detallado sobre la calidad del aire en la zona, con el objetivo de generar datos precisos que sirvan como base para la creación de políticas públicas ambientales.
Este esfuerzo académico responde a una necesidad crítica: la urgente necesidad de reducir los altos niveles de contaminación que afectan a la población. “Aquí tenemos mucha contaminación, hay basura por todos lados y las fábricas emiten humo constantemente; si no es ceniza, es el olor insoportable que se percibe casi en toda la ciudad”, comenta Blanca Ronquillo, residente de la ciudadela Unida, al noroeste de Milagro.
El proyecto en curso nace como una evolución de investigaciones previas realizadas por los docentes de UNEMI, que han identificado los principales contaminantes del aire en Milagro.
Liderado por el Mgtr. Víctor Rea, director del estudio, junto con el Mgtr. Freddy Bravo como codirector, el equipo está compuesto también por los docentes Mgtr. Carlos Vaca, Mgtr. Javier Alcazar y Dra. Delia Noriega.
En el marco de este trabajo, han desarrollado y diseñado cinco sensores digitales que permitirán la recolección y análisis de datos sobre la calidad del aire.
Tecnología y ciencia al servicio de la comunidad
Los sensores, que miden menos de 10 centímetros de altura, serán instalados en puntos estratégicos de la ciudad en los próximos días, incluyendo el Parque Central, el Parque Norte, el Parque de la Madre y la Terminal Terrestre. Uno de ellos se ubicará en el Corredor Cultural de la Universidad, con el propósito de analizar la calidad del aire en uno de los espacios más concurridos de la Institución.
“Todo ha sido un proceso continuo. Estos sensores fueron desarrollados como parte de un segundo proyecto y ahora estamos en la fase de instalación. Nuestro objetivo es utilizar los datos que recabemos para conocer la situación actual y proporcionar información que pueda ser utilizada en futuras intervenciones”, explicó el Mgtr. Carlos Vaca. Además, la información recolectada se presentará en tiempo real a través de una plataforma web que permitirá el acceso público a estos datos.
El Mgtr. Javier Alcazar, quien dirige la carrera de Ingeniería Ambiental en UNEMI y también forma parte del proyecto, comentó sobre la relevancia de este trabajo: “Tras nuestra primera investigación sobre la calidad del aire, nos enfocamos en diseñar un equipo de monitoreo para obtener datos más precisos y confiables. La instalación de estos nodos de medición es el siguiente paso para obtener información detallada sobre el aire que respira nuestra comunidad”.
Acción inmediata para la salud pública
La instalación de los sensores representa un avance significativo para Milagro, una ciudad que ha experimentado un aumento notable de la contaminación en los últimos años. Con estos dispositivos, los investigadores podrán medir la concentración de partículas finas y otros contaminantes en tiempo real, lo que permitirá una toma de decisiones más informada y basada en datos.
“Este es un esfuerzo que beneficiará a la comunidad local y podrá extenderse a otras regiones del país que enfrentan problemas similares”, añadió Vaca.
Una vez completado el análisis de los datos, los resultados serán presentados a las autoridades locales y regionales como guías para la implementación de políticas ambientales que ayuden a mitigar el impacto de la contaminación del aire en la salud de los ciudadanos.
La iniciativa de UNEMI demuestra cómo la academia puede desempeñar un papel clave en la solución de problemas ambientales que afectan directamente a la población. En una época donde la calidad del aire es un tema de creciente preocupación global, la labor de estos docentes podría marcar un precedente en el uso de la ciencia y la tecnología para generar cambios tangibles en la vida de los habitantes de Milagro. (CG)