Desde el pasado 23 de noviembre, se lleva a cabo el proceso de exámenes finales de grado de más de 25.000 estudiantes en modalidad presencial y 12.000 en virtual, de la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI); para los primeros se habilitaron siete sedes en distintas provincias del país, además del campus de la Institución, con el objetivo de facilitar su movilidad y garantizar su acceso a las pruebas.
La primera ciudad en recibir a los alumnos fue Quito, donde más 3.200 universitarios tenían previsto presentarse para cumplir con 17.852 exámenes, en diferentes carreras y asignaturas. Esta sede estará habilitada hasta hoy, 30 de noviembre.
Para el lunes 25, otras tres sedes abrieron sus puertas para acoger a los universitarios y cumplir con este proceso: Machala, Santo Domingo y las instalaciones de la UNEMI, en Milagro. En tanto que el 28 se habilitaron las instalaciones de Azogues y Portoviejo; y este 30 las de Santa Elena (hasta el 2 de diciembre); y Mera, provincia de Pastaza, en el oriente ecuatoriano (hasta el 1 de diciembre).
Con una mezcla de nervios y optimismo, miles de estudiantes llegaron al campus de la Universidad. Mientras algunos empleaban cada minuto para repasar los contenidos antes de entrar a las aulas, otros aprovechaban las facilidades que brindaba la alma máter para rendir las pruebas de manera adelantada y voluntaria.
Cada sede tiene definidas diferentes fechas para aplicar las evaluaciones, así como el número de estudiantes que acudirán. En Milagro se realizaron del 25 al 29 de noviembre, a donde llegaron más de 14.000 educandos. A Machala arribarían 2.800 universitarios; a Santo Domingo, 2.500; a Azogues, 700; Portoviejo, 390; Santa Elena, 860; y a Mera, 370.
La planificación y logística que la UNEMI puso en práctica ha permitido que el proceso se desarrolle hasta el momento con agilidad y calma, para lo que dispuso de personal interno y externo, así como espacios y equipos adecuados.
En cuanto a las sedes virtuales, es decir, quienes rinden los exámenes en casa desde sus computadoras, se las ha dividido en dos tipos de poblaciones: aquella en la que los universitarios de forma voluntaria se registraron y validaron previamente los requisitos mínimos con los que deben contar sus equipos; y la otra, formada por los grupos vulnerables, personas con discapacidad, privados de la libertad, residentes en Galápagos y el exterior, explicó la Mgtr. Kenya Román, directora de Gestión y Servicios Académicos.
Por su parte, los estudiantes mantienen firmes sus anhelos de alcanzar la meta que se han propuesto, que es obtener un título profesional, y para esto tienen presente su motivación.
“Ha sido complicado superar el tema de los cortes de energía, pero son problemas que la vida nos pone por delante y no hay que rendirse. Estoy aquí por mis hijos (de 8 y 12 años), que son mi mayor motivación”, comentó Gabriela Sánchez, estudiante del segundo semestre de Administración de Empresas en línea.
Para Mayden Macías, quien llegó al campus de UNEMI para rendir sus pruebas del tercer semestre de la carrera de Turismo en línea, una de las razones que la impulsa en su proceso académico es su madre. “Estoy aquí por ella, porque siempre ha estado apoyándome, si estoy por bajar los brazos ella me da aliento”, comentó la joven.