Tras más de un año de arduo trabajo, cuatro estudiantes de la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) hicieron realidad la construcción de un robot humanoide, capaz de mover su cuerpo a través de órdenes que son dadas con la voz.
El novedoso prototipo fue construido en uno de los laboratorios de práctica de Ciencias de la Ingeniería, Facultad a la que pertenecen David Dáger, Jorge Contreras, Janina Gutiérrez y Liseth Obregón. Los dos primeros son de Ingeniería Industrial, y las chicas pertenecen a la carrera de Sistemas.
La relevancia que ha tenido este proyecto, en el que ha participado como tutor el docente Luis Buchelli, quien ha sido durante todo este tiempo el guía de los futuros profesionales de la UNEMI en la construcción del prototipo, ha permitido que este sea inscrito y concurse para los Galardones Nacionales 2016 que organiza la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) y que se desarrollará en el mes de noviembre.
David, Jorge, Janina y Liseth esperan con su proyecto alcanzar los primeros lugares en este certamen académico, que tiene por objetivo promover y estimular la iniciativa y creatividad científico-tecnológica de los estudiantes universitarios del país.
El robot lleva por nombre SINARP, sigla de Sistema Neumático Articulado Programable, un prototipo humanoide de 1,80 metros de altura y que pesa cerca de 250 libras. El hombre mecánico ejecuta movimientos de cabeza, brazos, manos y piernas.
SINARP se mueve cuando le dan una orden, gracias al sistema de conexión inalámbrica que posee, que está basado en una aplicación que funciona vía bluetoothdesde un teléfono Android. El humanoide es el resultado del Proyecto Técnico de Grado que los cuatro jóvenes universitarios propusieron para graduarse como ingenieros.
El robot ha sido construido de acero inoxidable y sus extremidades superiores e inferiores se mueven gracias a cilindros neumáticos y servomotores instalados. Sin embargo, la mayoría de las piezas del robot han sido elaboradas por los mismos estudiantes.
Sus cuatro jóvenes creadores tienen como propósito que el proyecto SINARP en el futuro sirva de base para construir un esqueleto externo (exoesqueleto) que sirva de ayuda para la rehabilitación de personas que necesiten volver a caminar.