El cantón Naranjito fue el sitio en donde con una casa abierta se dio por culminado el proyecto de vinculación con la colectividad “Prevención de enfermedades de transmisión alimentaria en Milagro y sectores aledaños”.
Encuestas a la comunidad, entrevistas en centros de salud, inspección a locales de expendio de alimentos y charlas educativas, fueron varias de las acciones realizadas como parte de este proyecto que tuvo como objetivo aumentar el nivel de conocimiento de la población ante la prevención y contagio de las enfermedades de transmisión alimentaria.
“Mediante auditoría se pudo establecer el cumplimiento de normativas de higiene y manipulación de alimentos por parte de los locales de expendio de comidas preparadas”, indicó Vanessa Vargas, docente de la carrera de Nutrición Humana y promotora del proyecto.
Vargas, informó también que la toma de muestras y análisis microbiológicos permitieron ‘establecer el grado de contaminación’ de los alimentos.
En cada uno de los procesos emprendidos como parte de este proyecto participaron 27 estudiantes para ejecución del trabajo de campo y 16 en la tabulación de los datos obtenidos.
Treinta dueños de locales de venta de comidas fueron beneficiarios directos del trabajo realizado, mientras que 1200 personas que acceden a los servicios de alimentación, se constituyen en beneficiarios indirectos.
La casa abierta con la que culminó el proyecto, tuvo como fin dar a conocer a la comunidad en general, la importancia de la prevención de las enfermedades de transmisión alimentaria por medio de la aplicación de normas de higiene, manipulación traslado y consumo de los alimentos.
Mantener la limpieza, separar alimentos crudos de los cocidos, cocinar completamente, conservar los alimentos a temperaturas recomendadas y utilizar agua y víveres limpios, fueron algunos de los concejos promovidos mediante varias herramientas durante el evento académico.