La información que circula en las redes sociales a veces se propaga más rápido que el propio virus. Es así que, desde inicios de la pandemia hasta la actualidad, con seguridad en algún momento recibió en su celular, sea en video, imágenes o texto, datos sobre la supuesta relación que hay entre las antenas 5G y sus ondas electromagnéticas y la propagación del Covid-19.
Frente a esta y otras teorías conspirativas, se hace necesario dialogar con expertos sobre el tema.
Por ello, conversamos con el Ing. Martín Muñoz, docente investigador de la Facultad de Ciencias e Ingenierías de la UNEMI, para aclarar este rumor que sigue presente en el imaginario colectivo:
¿Qué es la tecnología 5G y cómo funciona?
Básicamente la tecnología 5G (5ta generación) es la evolución de la tecnología LTE conocida también como 4G, usada principalmente en redes de telefonía móvil. Gracias al 5G se podrá incrementar de 100 a 200 veces la velocidad de conexión de redes inalámbricas actuales. Con ello se espera que la experiencia en la trasferencia de datos se de en tiempo real gracias a su baja latencia. Con su implantación y desarrollo se prevé revolucionar el sector industrial mediante la comunicación M2M (machino to machine) en robots y procesos de automatización, así como en el ámbito de la automoción de vehículos conducidos de forma autónoma, se podrá descargar contenido full HD como películas en tan solo instantes, esto solo por citar algunos ejemplos. Para su implementación es necesaria una compleja y costosa infraestructura conformada por dispositivos emisores-receptores y una arquitectura de comunicación bidireccional que permita optimizar los canales de transmisión inalámbrica de volúmenes de datos considerables, aislando el ruido y la interferencia dentro de longitudes de onda no saturados dentro del espectro electromagnético.
¿Qué relación puede tener una tecnología como la 5G y la propagación de un virus?
Absolutamente ninguna, no existe evidencia científica concluyente que manifieste que los virus puedan ser transportados en longitudes de onda electromagnéticas a través de redes de comunicación inalámbricas como la 5G. Según la OMS no existe relación alguna entre la propagación del Covid19 y el uso de la tecnología 5G, ya que se evidencia un incremento en los contagios incluso en países donde no existe este tipo de red. Más allá de aquello es pertinente considerar que dentro del espectro electromagnético que no es visible al ojo humano, existen longitudes de onda que se generan a distintas frecuencias, capaces de generar afecciones a la salud, como es el caso de las ondas de radar de tecnología Doppler y las ondas ionizantes como el caso de los rayos X y los rayos gamma.
¿Qué variación tiene la tecnología 5G de las redes 4G o 3G, que ya llevan algunos años funcionando en el planeta?
Las redes predecesoras 3G y 4G sin duda a través de los años han ido mejorando la experiencia multimedia en los usuarios de telefonía móvil, permitiéndoles acceder y descargar contenidos de la web en períodos de tiempo relativamente cortos, en función de su velocidad y ancho de banda, sin embargo estudios preliminares de fases piloto de implementación de la red 5G, sugieren resultados disruptivos en comparación a las tecnologías anteriores, alcanzando velocidades de transferencia de datos que se incrementan de forma exponencial. Por ejemplo, si se quisiera descargar de Drive un archivo multimedia que tenga un tamaño de unos 600 Mb, la tecnología actual lo realizaría en algunas horas, mientras que con 5G se descargaría en pocos segundos, así mismo el volumen de interacción entre usuarios en plataformas streaming puede verse incrementado sin que la trasmisión sufra latencia o retraso alguno, es decir se podría hablar de comunicaciones en tiempo real, mejorando de esta forma el uso que le damos a las TICS en la actualidad.
¿Las personas deben temer a la llegada de una nueva tecnología como la 5G?
Considero que, aunque es una tecnología que aún está en fase de pruebas y su instauración en nuestro medio aún llevará algún tiempo, su llegada será inminente. Siempre lo nuevo genera resistencia, por el temor frente a lo desconocido, y la historia nos ha demostrado que llevamos una inercia hacia lo tradicional y conservador, es por ello que siempre existirán criterios detractores y teorías de conspiración cada vez que surge un nuevo avance científico o un desarrollo tecnológico. En tal caso es siempre recomendable mantenerse informado en fuentes de información verificadas y validadas por la comunidad científica, y de esta forma generar nuestro propio criterio, distante de sesgos e influencias generadas en redes sociales, por ejemplo. Si bien es cierto antes de implantar una nueva tecnología se debe llevar a cabo una evaluación de los potenciales riesgos que podrían generar a la salud y el medio ambiente, en el caso de la tecnología 5G existe un instrumento regulatorio legal desarrollado por la Comisión Internacional de Radiaciones No Ionizantes, (ICNIRP) por sus siglas en inglés, conformada por científicos y especialistas en diferentes áreas, donde se insta un rango de longitudes de onda y potencias de emisión de señales de operación seguras, que eviten un potencial riesgo a la salud de las personas.
¿Qué ha dicho la comunidad científica sobre este aparente bulo que se mantiene vigente todavía en la sociedad?
Como se manifestó anteriormente, tanto la Organización Mundial de la Salud, como la comunidad científica, han descartado que pueda existir una relación directa entre la propagación del Sars-CoV-2 y la expansión de redes 5G, no existe argumentación científica concluyente al respecto. Al ser una tecnología nueva, aún los países que han estado realizando pruebas piloto, no disponen de resultados que se puedan correlacionar con las aseveraciones de ciertos colectivos que promueven teorías conspirativas que carecen de fundamento y evidencia basada en ciencia, generando caos y convulsión social. En todo caso, y toda vez que la red 5G haya alcanzado una madurez tecnológica, se podrán efectuar validaciones reales verificables en cuanto a su impacto en la salud de los seres humanos.
Martín Muñoz es docente a tiempo completo de la Facultad de Ciencias e Ingenierías (FACI) de la UNEMI, posee un Máster Universitario en Energías Renovables en Sistemas Eléctricos de la Universidad Carlos III De Madrid y es Ingeniero en Mecánica Automotriz, título otorgado por la Universidad del Azuay. Además, forma parte del Grupo de Investigación de Física Aplicada a la Ingeniería y del Grupo de Investigación de Medio Ambiente.
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