El cacao fino de aroma ecuatoriano es uno de los productos de mayor demanda y predilección en el extranjero. Es tal su valor, que en 2019 logró el premio Cocoa of Excellence, en el Salon du Chocolat, en Francia. Y desde hace un año, el profesor investigador de la UNEMI Simón Pérez realiza una importante investigación con hongos endófitos que podrían promover un control biológico en el cultivo de la llamada Pepa de Oro.
Pérez es profesor de la Facultad de Ingeniería y desde 2014 está vinculado a la carrera de Biotecnología. Su especialidad es la investigación de microorganismos, fundamentalmente con hongos. También trabaja con agricultura sustentable o agroecología y protección de plantas. Actualmente, reside en Alemania, donde desarrolla su investigación en el Laboratorio de Microbiología Industrial, de la Universidad Técnica de Brandemburgo, junto a científicos de ese país, entre los que está el doctor Klaus Peter Stahmann.
Pérez trata de identificar unos metabolitos, unas sustancias que producen determinados hongos endófitos que en algún momento encontró junto con colegas de la Espol, en el Amazonas. “Los hongos que viven como endófitos pueden desarrollar un efecto beneficioso en la planta, porque si una planta está colonizada por un hongo bueno, cuando llega el hongo malo no tiene posibilidad de obtener alimento porque el espacio está ocupado por el hongo beneficioso”.
Se seleccionó el cacao porque en el caso de Ecuador, es un cultivo que no utiliza fungicida. “Estamos en la fase de laboratorio y estamos tratando de ver cómo logramos en Ecuador tener un impacto más allá del laboratorio, de ahí la experiencia que tenemos con los colegas de la Espol, que ya tienen un camino andado en el control biológico de enfermedades, que quiere decir controlar patógenos con otro tipo de microorganismos (seres vivos) y no con productos químicos”.
La idea es que el agente de control biológico que se quiere promover pueda controlar enfermedades importantes. Se trata de la pudrición helada de cacao (Moniliophthora roreri), vulgarmente conocida como moniliasis, que causa que cuando el producto está fuertemente infectado es completamente blanco y las corrientes de viento lo pueden dispersar; la pudrición negra provocada por especies del género Phytophthora; y, la escoba de bruja –Moniliophthora perniciosa (Stahel)- que causa muchos retoños en la planta.
“Esos síntomas son provocados por hongos y puede haber un efecto beneficioso de estos hongos que tenemos”, señala el experto.
Con ello, se podría lograr un control biológico del cacao, que empieza a producir a los cuatro o cinco años desde que fue sembrado. “Si en la investigación demostramos que la planta, al cabo de un año, dos años, tres años no se enfermaron, pero además de eso a los cuatro años tienes un rendimiento mayor y que no se te enfermen, ahí tienes ganancia. Básicamente, la agricultura industrial, la agricultura tipo revolución verde, la agricultura tradicional y la agricultura a gran escala quiere alto rendimiento y que no se enferme la planta”.
Además, agrega que “trabajar con hongos endófitos tiene el potencial… una alta probabilidad de tener un aspecto beneficioso en proteger a las plantas contra la enfermedad, sino también para favorecer la nutrición de las plantas a las que puedes infectar con los microorganismos beneficiosos, como micorrizas (hongos simbióticos) que atacan específicamente la raíz”.
Pero para avanzar en la investigación científica, se tiene que llevar los especímenes al campo. Las opciones para trabajar en ese sentido, están en el INIAP, productores privados, la Espol o la Universidad Técnica de Manabí. “Si en el vivero logramos infectar estas plantas con estos hongos, llevamos esas plantas después de que tengan 12 o 14 meses las trasplantamos al campo definitivo y ya van infectadas, algo así como que van vacunadas”.
Asimismo, se requieren de nuevos recursos, ya que el financiamiento se obtiene por un año. “Estamos apuntando a que nuestra investigación se convierta en una innovación, pero tenemos que ir trabajando la dinámica… innovación es cuando la investigación está siendo aplicada socialmente, según el concepto que se maneja en la Comisión Europea de Investigación”, concluyó.