Desde su instalación, estos equipos han evitado que más de un millón de botellas sean lanzadas al medio ambiente.
En un esfuerzo por promover la salud, la sostenibilidad y el bienestar de su comunidad, la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI) implementó 8 dispensadores de agua, ubicados estratégicamente en el polideportivo, bloque H, bloque K, bloque S, parque lineal, local de la FEUE, edificio SIM y edificio de Posgrados.
La instalación de estos puntos de hidratación, además de responder a una necesidad básica de hidratación, se alinea con objetivos que tienen que ver con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Los estudiantes y el personal universitario han recibido esta iniciativa con entusiasmo, destacando sus múltiples beneficios.
Melanie Palma, estudiante de quinto semestre de la carrera de Turismo, subrayó la importancia de estos dispensadores en su jornada diaria. “Son de mucha utilidad para nosotros, sobre todo cuando tenemos largas jornadas de clase, ya que nos ahorramos dinero en la compra de aguas embotelladas”, comentó.
Estos dispensadores fueron instalados con la finalidad de reducir el uso de botellas de plástico no reutilizables y también aportar al cuidado de la salud y bienestar de los estudiantes. Adrián Muñiz, director de Mantenimientos Menores y Servicios Generales, destacó que los dispensadores están equipados con sensores y filtros que garantizan la pureza del agua, asegurando que sea apta para el consumo humano. “Estos abrevaderos son un avance significativo en nuestra misión de proporcionar servicios de calidad a nuestros estudiantes y personal”, afirmó Muñiz.
Los puntos de hidratación son ecológicos, ya que están equipados con sensores inteligentes que registran la cantidad de botellas plásticas evitadas. Cada 500 ml de agua dispensada se traduce en una botella plástica menos. Los dispensadores purifican el agua utilizando un sistema de ultrafiltración, tienen una alta capacidad de refrigeración y son accesibles para personas con discapacidad.
Ariana Bravo, alumna de Multimedia y Producción Audiovisual, valoró el impacto ecológico y económico de los dispensadores. Mientras recargaba su botella, señaló: “Este servicio gratuito me permite reciclar los recipientes para poder reutilizarlos las veces que sean necesarias o también puedo usar varias veces mi tomatodo”.
Desde su instalación, estos dispensadores han evitado más de un millón de botellas y han generado un ahorro económico de aproximadamente $600.000,00 para la comunidad universitaria, considerando que una botella de agua cuesta $0,60.
Los dispensadores de agua representan una inversión significativa en la calidad de vida y el bienestar de la comunidad universitaria, así como en la protección del medio ambiente. Con esta medida, la Universidad da un paso firme hacia un futuro más saludable y sostenible, marcando un ejemplo para otras instituciones educativas en el país.