Miles de jóvenes rinden exámenes finales en UNEMI, persiguiendo el sueño de ser profesionales
Entre este lunes 18 y jueves 21 de noviembre, se llevan a cabo los exámenes finales del Curso de Nivelación en la Universidad Estatal de Milagro (UNEMI), a donde 8.500 jóvenes llegan en busca de un cupo para su educación de tercer nivel, y, sobre todo, con la ilusión de alcanzar un sueño.
De acuerdo con la planificación académica, en los dos primeros días está previsto realizar cerca de 24.000 exámenes, para lo que la Universidad puso a disposición 1.900 Chromebooks, dispositivos en donde se aplica el ejercicio en diferentes turnos; de este modo se garantiza el adecuado proceso para los aspirantes a las 36 carreras que ofrece la alma máter, en sus tres modalidades, presencial, semipresencial y en línea.
Para los días 20 y 21 del mes, se aplicarán específicamente los de las asignaturas transversales de este curso, serán 2.350 pruebas; y junto con los demás, del 18 al 22, las de titulación, es decir, del noveno y décimo semestre, de las carreras en línea, efectuarán un aproximado de 600 diarias.
En medio de un enorme despliegue logístico, más de 100 aulas de la Institución, ubicadas en los bloques V, W y X, reciben a los miles de estudiantes que llegan desde todas las regiones del país para rendir sus pruebas.
Desde el ingreso al campus, se instalaron varios filtros de seguridad con el objetivo de precautelar la integridad de los alumnos y también de los familiares que los acompañan, en algunos casos; además del personal de guardianía, en los controles y puntos de información se ubicó a otras 45 personas.
En tanto que, para la supervisión de las pruebas dentro de las aulas, se dispuso la participación de 68 docentes, es decir, en el rol de aplicadores.
Las primeras jornadas se caracterizaron por la fluidez de los estudiantes y la rapidez con la que avanzaban. Apenas se abrieron las puertas de la Institución, a las 07h00, los jóvenes comenzaron a ingresar y a pasar a las aulas para cumplir con este proceso.
Las autoridades de la Institución se apersonaron en los aularios para verificar que los exámenes se lleven a cabo con normalidad. “Quiero desearles éxitos y que todos ustedes sean nuestros estudiantes, estoy segura de que lo van a lograr y vamos a hacer todo lo posible para que cumplan su sueño de ser profesionales”, comentó la Dra. Jesennia Cárdenas, Vicerrectora Académica de Formación de Grado de UNEMI.
Con la ilusión marcada en sus rostros
Además de los nervios, normales en jornadas como esta, los miles de estudiantes que llegaban al campus, reflejaban sus sueños e ilusiones en sus rostros.
Melany Montoya (20) llegó junto a su madre, Gina Orama (42), desde el cantón Ventanas, provincia de Los Ríos, en busca de un cupo en la carrera de Educación Inicial. “En el futuro me veo como una profesora, y no voy a detenerme hasta cumplir ese sueño”, comentó la joven.
Para aquello ha dado su primer paso, prepararse para sus exámenes finales y así poder ser parte de UNEMI. “Es una gran oportunidad y no voy a desaprovecharla”, agregó.
El apoyo de la familia es fundamental
Un caso similar es el de Marlene Mendoza (19), oriunda del cantón Colimes, provincia del Guayas, aspirante a la carrera de Educación Básica. “Mi objetivo es aprobar y poder entrar a la Universidad, sueño con ser profesora desde pequeña”, indicó la joven, quien llegó acompañada de su madre, María Fernanda Mendoza.
“Ella es la mayor y quisiera verla como toda una licenciada, con la bendición de Dios, que cumpla sus metas, toda la familia la ha apoyado”, señaló la orgullosa mamá.
Sueña con ver a sus dos hijos como profesionales
Para Paulina Soriano (19), estudiar Ingeniería en Alimentos es más que una meta, es un anhelo para el que se ha preparado mucho. “Estoy enfocada en mis estudios, a futuro me veo ejerciendo la carrera, me gusta mucho y he trabajado bastante para pasar la prueba”, afirmó la joven.
Su madre, Talía Galán (50), comparte el sueño de la joven. “Ya quisiera que sea el final del día y verla feliz aprobando el examen, quiero que sea muy exitosa en su vida profesional. Tengo un hijo mayor que ya es profesional y deseo lo mismo para ella”, indicó.
Apoyo a la distancia
En el caso de Jaine Vera (18), su madre no pudo venir con ella, tuvo que quedarse en El Empalme, en donde viven, por su trabajo. Esto no desmotivó a la joven aspirante a la carrera de Biotecnología. “Lo que quiero es poder ser una profesional, crecer como persona, y ayudar a mi familia que me ha apoyado mucho, a ellos les agradezco tanto”, afirmó la estudiante, quien llegó junto a su tío, Adolfo Peña.
Como ellos, miles de jóvenes llegan a las aulas a rendir sus pruebas, entre nervios, sueños y las ganas de formar parte de la UNEMI como estudiantes de tercer nivel, en donde se formarán bajo los más altos estándares académicos a fin de convertirse en los nuevos profesionales del país.
CIFRAS
8.500 estudiantes llegan a rendir sus exámenes finales del Curso de Nivelación
A 36 carreras aspiran los estudiantes de Nivelación
45 personas externas formaron parte de la logística
68 aplicadores participaron en la supervisión de los exámenes en las aulas
600 exámenes diarios se aplicaron para titulación, con estudiantes de noveno y décimo semestre
Read MoreJoel nos recuerda que la discapacidad no es un límite
Postuló igual que cualquier joven. Entró a la Universidad tras aprobar el Curso de Nivelación de UNEMI y ahora está culminando el primer nivel de la carrera de Administración de Empresas.
Cuando llega a sus clases, Joel Salazar Jiménez, de 19 años, suele ubicarse en las primeras bancas de su aula. Coloca cuidadosamente su mochila y sus dos muletas cerca de él.
Para el joven estudiante, viajar desde su casa hasta la Universidad le toma alrededor de 1 hora. Es una de las rutinas que debe cumplir de lunes a viernes.
Joel vive en el recinto Pampa del Guasmo, un sector apartado, perteneciente al cantón Yaguachi, en la provincia del Guayas.
Una moto siempre lo espera afuera de su casa, antes de las 07h00, para llevarlo hasta la carretera, en donde toma un bus intercantonal que lo deja en la Terminal Terrestre de Milagro.
Allí aborda otro bus para finalmente llegar a la UNEMI, donde se encuentra con sus maestros y sus compañeros de clase.
El joven universitario es un claro ejemplo de superación y valentía: a los nueve años tuvo que enfrentar y aceptar la dura realidad de perder su pierna derecha, durante un accidente en el interior de la escuela.
“Todo pasó en el recreo, fui a la cancha de césped y mis amigos estaban jugando en un asiento que tenía un techo de cemento, como una losa”, recuerda Joel.
Sus compañeros jugaban colgados de la cubierta, lo que provocó que la placa de concreto se desplome. Joel estaba cerca cuando ocurrió la tragedia. Su pierna quedó atrapada bajo la pesada estructura.
Luego de pasar de una sala de emergencia a otra, fue recibido en una clínica de Guayaquil, en donde finalmente tuvieron que amputar su extremidad, debido a las graves lesiones.
Sus sueños siguen intactos en la universidad
A Joel no le faltaron las muestras de apoyo y el cariño de su familia. “Acepté la realidad y ahora le agradezco a mis padres, no tengo la pierna y está bien, lo que tengo que hacer es seguir adelante; si me quedo estancado, no voy a lograr lo que quiero”, dijo el joven.
Parte de ese valor y motivación nace de sus padres, Justo y Emma. Ambos coinciden en que la clave para ayudar a Joel a aceptar su nueva vida es la unión de su familia.
Tan arraigados tiene los valores que le fomentaron en su hogar, que para el joven no existen obstáculos que valgan.
Quienes lo conocen describen a Joel como una persona amigable y con carisma. “Desde el día en que lo conocí, supe que era alguien con quien se podía interactuar. Tenemos un grupo muy unido, cuando salimos de clase nos vamos a comer o a dar vueltas, nos hacemos muchas bromas”, comentó Fernando Gamboa, uno de sus compañeros de clase.
Una perspectiva similar tiene Widinson Lema, otro de sus amigos del aula. “Lo que más destaco de él es su amistad, es buen compañero y muy unido a nosotros”, aseveró.
Desde su etapa escolar demostró dedicación por los estudios, y lo mismo sucede en la UNEMI. “Lo que más quiero es ver a mi hijo superando todos los obstáculos como hasta ahora”, menciona Emma. “Lo veo con un título universitario, siendo una persona de bien, que nunca tenga rencor ni odio en su corazón”, agrega.
Y va en buen camino, aprovecha cada oportunidad que la vida le da, en su casa, con sus amigos en los pasillos de la universidad o en las aulas. Sabe lo que quiere y hacia dónde va. Trabaja duro por sus sueños y su objetivo más cercano es alcanzar el título en Administración de Empresas.
Este 22 de julio, Joel estuvo nuevamente en UNEMI, donde llegó para rendir sus exámenes finales. Se preparó para aprobar todas las materias y avanzar al segundo nivel de su carrera.
Joel ha conseguido convertir aquella mala experiencia de niño en capacidad de superación y en ganas de aprender. Su optimismo le ha ayudado a desprenderse del pasado y a concentrarse en superar cualquier obstáculo.
Él anima a sus compañeros de clase y a todos los jóvenes, a no dejarse vencer por las adversidades y barreras. La mayoría, asegura, están en la mente. (CG)
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